Tartaletas de praliné y limón

Hoy quiero compartir con vosotros una receta que encuentro deliciosa: la de las tartaletas de praliné y limón. Estas pequeñas flores de limón son un verdadero espectáculo, tanto para la vista (¿A que son monísimas?) como para el paladar. Me encanta cómo la combinación del limón fresco y el dulce praliné crea un equilibrio perfecto que siempre sorprende.

Estas tartaletas tienen una base crujiente y dorada que sostiene un relleno cremoso y suave de limón con un núcleo de praliné de almendras. La parte superior está decorada con un merengue ligero y esponjoso, que no solo añade una textura maravillosa, sino que también le da un toque elegante y festivo.

La primera vez que las hice, quedé encantada con el resultado y desde entonces se han convertido en un clásico en mis celebraciones. Ya sea para una merienda con amigos, una ocasión especial, o simplemente porque sí, estas tartaletas siempre son un éxito.

Os invito a que os pongáis el delantal y me acompañéis en la cocina. ¡Vamos a preparar juntos estas deliciosas tartaletas de praliné de limón! Estoy segura de que os van a encantar tanto como a mí.

Marco perforado de repostería De Buyer

Ingredientes

Para la masa quebrada dulce:

• 250 g de harina
• 30 g de almendra en polvo
• 90 g de azúcar glas
• 2 g de sal
• 120 g de mantequilla sin sal fría (cortada en dados)
• 1 huevo grande

Para el bizcocho suave de almendra:

• 50 g de mantequilla
• 20 g de harina
• 60 g de azúcar glas
• 50 g de almendra en polvo
• 2 claras de huevo

Para la crema de limón:

• 2 limones
• 40 g de mantequilla
• 1 huevo
• 1 yema de huevo
• 100 g de azúcar
• 1 hoja de gelatina

Para el interior:

• 50 g de praliné de almendras (ponlo en una manga pastelera)

Para el merengue:

• 3 claras de huevo
• 200 g de azúcar glas

Preparación

Preparamos la masa quebrada azucarada:

1. Pon la harina, la almendra en polvo, la sal y el azúcar glas en el bol de tu robot de cocina y mezcla.
2. A continuación, añade la mantequilla cortada en dados, mezclando a velocidad baja hasta obtener una mezcla arenosa.
3. Añade el huevo y mezcla a velocidad media hasta obtener una mezcla homogénea. En cuanto esté, detén el robot o, si lo haces a mano, deja de mezclar.
4. Forma una bola con la masa y llévala a la nevera envuelta en film, como mínimo durante una hora (puedes dejarla toda la noche).

Hacemos el bizcocho suave de almendra:

1. Pon la mantequilla en un cazo y cuécela a fuego suave hasta que adquiera un color avellana.
2. En un bol aparte, mezcla el azúcar glas, la almendra en polvo y la harina.
3. Añade las claras (sin batir) y mezcla con una espátula hasta integrarlas.
4. Añade la mantequilla y mezcla hasta integrar.
5. Reserva en una manga pastelera.

Horneamos la masa:

1. Calienta el horno a 180 °C.
2. Saca la bola de la masa de la nevera y, con un rodillo, extiéndela hasta que tenga un grosor de unos 2-3 mm. Forra los aros perforados con la masa. Para la base, corta discos de masa ayudándote de los propios aros. Para las paredes, corta bandas de masa y asegúrate de colocarlas de forma que queden bien pegadas a la base.
3. Hornea durante 8 minutos a 180 °C.
4. Saca los aros del horno y, con la manga pastelera, escudilla un poco de la masa del bizcocho suave de almendra. Más o menos rellena hasta un grosor de 1 cm.
5. Vuelve a llevar las tartaletas al horno y déjalas de 12 a 15 minutos más. El bizcocho debe estar dorado.
6. Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla, para que pierdan calor y humedad y queden crujientes.

Preparamos la crema de limón:

1. Deja la hoja de gelatina en remojo en un plato hondo con agua muy fría.
2. Ralla la piel de los limones y exprímelos.
3. Pon el zumo de los limones, la ralladura, el azúcar y la mantequilla en un cazo (a ser posible de fondo grueso). Cocina a fuego medio durante 3 minutos sin dejar de remover.
4. Añade el huevo y la yema, y sigue cocinando con el fuego un poco más alto y removiendo más rápido durante unos 2 minutos. La crema debería empezar a espesar.
5. Retira del fuego, añade la hoja de gelatina bien escurrida y remueve hasta integrarla completamente.
6. Cuela la crema con un colador de malla fina para eliminar grumos e impurezas.
7. Pon la crema en una manga pastelera y repártela en las tartaletas, dejando un hueco en el centro sin rellenar.
8. Rellena el hueco central con el praliné de almendras.
9. Alisa con una espátula de codo.

Hacemos el merengue:

1. Bate las claras a punto de nieve, añadiendo poco a poco el azúcar glas hasta que obtengas un merengue firme.
2. Coloca el merengue en una manga pastelera con la boquilla que quieras para decorar y ponlo sobre las tartaletas.
3. Dora ligeramente el merengue con ayuda de un soplete de cocina, si deseas un merengue un punto tostado.

Notas

• Aunque en formato tartaleta quedan monísimas, puedes hacer la receta en una sola tarta, usando un aro mayor.